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Familia extendida

Mediación Familiar

¿En qué consiste la mediación familiar?

La mediación familiar es un servicio a través del cual, dos o más personas (familiares), ya sean pareja, padre, madre, abuelos/as, hijos/as, hermanos/as... pueden resolver sus conflictos con la ayuda de una persona imparcial (mediador/a).

La mediadora guiará a las partes para que, por propia voluntad, sean capaces de llegar a acuerdos con los que todas las personas implicadas estén conformes.

Es un proceso voluntario en el que cada una de las partes expresará su postura y debe estar dispuesta a escuchar a la otra parte, siempre desde el respeto y con la intención de poder llegar finalmente a un acuerdo.

El proceso conlleva diversas sesiones:

- Sesión informativa: durante esta sesión se explicará todo el proceso de mediación y las normas a       cumplir durante el mismo.

- Sesión constitutiva: en esta sesión se procede a la aceptación de la mediación y la firma de los diversos documentos que regirán dicho proceso.

- Sesiones de mediación: son las sesiones en las que tendrá lugar la exposición y discusión de los diferentes conflictos a tratar con el fin de llegar a un acuerdo. El número de sesiones dependerá de la necesidad de las partes implicadas. Se realizarán sesiones conjuntas y, posiblemente, algunas individuales. (La media de estas sesiones son 4).

- Sesión final: en esta sesión se repasarán los acuerdos a los que se han llegado y se elaborará el acta final donde se recogerán los mismos y que será firmada por las partes.

Tras finalizar el proceso de mediación, se realizarán, si ambos progenitores están de acuerdo, dos sesiones posteriores, una a los 2 meses y otra a los 4, para conocer la evolución de la familia y el funcionamiento de los acuerdos firmados.

Dicho servicio puede ser útil en cualquier tipo de familia, en conflictos que se dan en el día a día y no se consiguen superar en el tiempo, en problemas entre hermanos/as por el cuidado de sus progenitores, en enfrentamientos por herencias, en situaciones de separación o divorcio, u otras situaciones similares.

¿Por qué escoger Mediación en caso de separación o divorcio?

La Mediación familiar presenta ciertas ventajas a la hora de afrontar una separación o divorcio frente a un proceso judicial.

- Un proceso de mediación suele resolverse de forma más rápida que un proceso judicial que puede demorarse mucho en el tiempo.

- En la mediación las decisiones las toman las propias personas implicadas llegando a acuerdos, por lo que el nivel de satisfacción es mayor que en un proceso judicial donde será el juez/a quien decida.

- El coste del servicio de mediación es menor que el de un proceso judicial y se reparte a partes iguales entre los implicados/as (a no ser que decidan algo distinto).

- La mediación ayuda a mejorar la comunicación entre las partes de forma que, de surgir nuevos conflictos en el futuro, podrán resolverse más fácilmente.

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